Por eso los cerebros de la gente son como ordenadores. Y no es porque sean especiales, sino porque tienen que estar desconectándose constantemente durante fracciones de segundo mientras la pantalla cambia. Y es porque hay algo que no pueden ver que la gente cree que tiene que ser especial, porque la gente siempre piensa que hay algo especial en lo que no puede ver, como el lado oculto de la Luna, o el otro lado de un agujero negro, o en la oscuridad cuando se despierta por la noche y tiene miedo.